Actualmente el Jardín cuenta con un espacio privilegiado, tanto cubierto para desarrollar las actividades de juego en talleres, como también un gran sector de aire libre que posibilita la organización de dispositivos lúdicos donde los pequeños pueden explorar el espacio como también probar sus destrezas y habilidades psicomotoras. En el interior contamos con 4 salas áulicas, 1baño para ambos sexos con cambiador y lavatorio. Sala y baño para maestros, patio cubierto o SUM (galería para usos múltiples), cocina instalada y patio con juegos infantiles: trepadores, rampas y tobogán con suelo de césped sintético antideslizante.
Los ambientes cuentan con suficiente ventilación e iluminación natural y artificial como calefacción para los días invernales.
Contamos también con armarios, alacenas, estantes y repisas para la mejor organización de los materiales y juegos. Muchos de los estantes se encuentran a la altura de los niños para beneficiar la independencia y habitos de orden. Otros son sólo de uso adulto por motivos de seguridad y organización institucional.
Existen 2 puertas de entrada y de salida. Las puertas de las salas, cocina, y baños se abren al hall y al patio central cubierto.
La dirección, con baño privado, se encuentra en la planta alta de la casa.
Concebimos la Educación desde un punto de vista Crítico… donde la pedagogía se centra en la relación del sujeto con el mundo. Nuestra tarea es movilizar al niño para que se apropie de los interrogantes, incorpore nuevos saberes y los subvierta con respuestas propias.
La educación debe acompañar al niño y no moldearlo… ayudarlo y no fabricarlo, para que, como dijera Pestalozzi en 1797 “el niño pueda ser obra de sí mismo”, permitiendo así construirse como sujeto en el mundo, heredero de una historia, capaz de comprender el presente y de inventar el futuro.
Dicha concepción deviene también de una re-lectura de los fundamentos de Rousseau quien ponía en el centro de la educación al niño, actor principal que descubre y construye su conocimiento a través de la experiencia.
Hablamos de sujeto como algo único e irrepetible que no pude ni debe ser fraccionado en áreas, asignaturas o etapas . Existen algunos conceptos que la escuela tradicional ha polarizado y que por el contrario deben estar íntimamente ligado: juego-aprendizaje, placer-escuela, inteligencia-arte, cuerpo-sexualidad-identidad, matemáticas-objetos concretos, educación .física-lectoescritura, etc.
Decimos que actualmente la Educación física por ejemplo “estimula” habilidades y destrezas del tronco y sus extremidades sin apelar a operaciones del pensamiento, cálculos, y mucho menos favorecer la identidad del niño ; en esta concepción nosotros hablamos de psicomotricidad como disciplina abarcadora que motoriza el desarrollo desde la afectividad y lo subjetivo.
Pensamos la escuela como un gran Taller donde experimentación, placer, curiosidad e investigación serán los ejes centrales de una pedagogía constructivista.
Respecto del aprendizaje, pensamos que es una situación dialéctica entre dos o más que se cuestionan, se interrogan, se desafían...ponen a prueba sus creencias confrontándolas con esquemas que se van entrecruzando haciendo del aprendizaje una construcción sin fin.
El aprendizaje es personal y único en cada niño, responde al deseo y a su vehículo privilegiado: el juego. Es un movimiento, un acompañar, un “acto” nunca acabado a través del cual un sujeto se construye, se supera y se modifica.
El aprendizaje debe tener “sentido” para el niño, debe ser significativo; generalmente se subestima la inteligencia de los niños y su capacidad de interesarse por temas de envergadura. Debe existir un ida y vuelta entre la escuela y su realidad inmediata, social, política, cultural. No queremos la escuela del displacer, la del “cuadro de honor”, no queremos el jardín con experiencias dirigidas y guardapolvos limpios de no hacer.
Es importante propiciar un clima donde el niño se sienta seguro de poder equivocarse, sin temor al ridículo ni al castigo, donde la toma de confianza paulatina le provoque un desafío constante. Crear un espacio que el otro pueda ocupar… un espacio libre y accesible, disponiendo materiales que faciliten su apropiación, su deseo de saber compartiendo con otros.
Y lo más importante para nosotros: "enseñar a pensar" en un mundo que intenta masificarnos día a día.
En los tiempos que corren, resulta un desafío para quienes trabajamos con niños, inventar y sostener dispositivos que potencien lo singular…lo creativo. No queremos claudicar en nuestros humildes intentos de diseñar trazos libertarios que nos desaten de la prisión de la globalización y de la masificación alienante que borra lo genuino de ser-humanos.
Hace más de treinta años que proponemos una educación de matriz lúdica donde la alegría y la ternura sean el pan de cada día. Donde el trabajo con “otros” permita el encuentro con uno mismo…motorizando las posibilidades y porque no!!! dando límite y forma a la convivencia en democracia.
La infancia nos enseña a encontrar otros horizontes donde lo imposible sea causa de lo nuevo, de lo diferente, de lo inédito, dando la posibilidad de bien-venida a construcciones más aventuradas y esperanzadas.
"No hay nada peor que una existencia desanudada.
Tejer lazos con 'otros', es ligadura, es pulsión de vida."
Graciela Jasiner
En estos tiempos que corren la vida se ha convertido en una carrera hacia la obtención de distintas mercancías…”espejos de colores”…que engañan nuestro apetito, encadenándonos al tener-sin.ser.
La escuela no queda afuera de estas ideologías mercenarias ofreciendo un sin fin de convites sin proyectos genuinos, mas preocupada por no quedar afuera de las ofertas de turno que por pensar los fines de su función.
¿Qué transmitimos a las nuevas generaciones? ¿Cuál es el telón de fondo de nuestras enseñanzas?
La vida se ha convertido en un gran menú a la carta donde cada uno ilusoriamente elige lo que consume ¿Qué hacemos para que nuestros niños sean los cocineros de su propio alimento y no consumidores de fast- food ?
Tal vez…tendríamos que dar un lugar mas privilegiado a la “experiencia” como espacio culinario donde los nuevos haceres se hagan posible. Una cocina que albergue la oportunidad de probar sabores, olores, colores, promoviendo la producción de nuevas recetas recreando las tradicionales.
Podemos pensar una nutrición donde la dieta principal sea la democracia, la solidaridad, el respeto por el otro, la ternura ¿O esto ya pasó de moda?
En estos tiempos de ruptura de los paradigmas hegemónicos de la modernidad, sería interesante pensar juntos, cómo orientar-nos en nuevos haceres que nos comprometan con el futuro de nuestros niños.
La afectividad acuna al cachorro humano, dándole un marco propio y singular..La cultura preexiste al nacimiento del niño, al igual que su familia, quien transmite inconsciente, sus demandas, deseos y anhelos, a modo de legado, ubicándolo desde el vamos, en un lugar particular.
La evolución esperada se ve interceptada por el inter-juego de vínculos maternos y paternos, dando lugar a un sujeto único, muy diferente al delineado en los textos de Psicología.
La mirada del niño desde la óptica de la linealidad evolutiva, desnaturaliza el aquí y ahora del niño en una entramada red histórica- familiar, por lo que es necesario poner el acento en los distintos momentos constitutivos que delinean las posibilidades del deseo.
El niño irá construyendo su cuerpo, a través del contacto con los otros significativos familiares, a través de las caricias, palabras, miradas, va descubriendo su mismidad.
El niño se reconoce desde un Otro, que le permite construir una imagen de unidad a la precaria fragmentación corporal, que le devuelve una imagen de sí. Un Otro que libidiniza su cuerpo con baños no sólo de agua y jabón, sino también de lenguaje.
La función del jugar inaugurará esta instancia decisiva en la vida de todo sujeto, abriendo el universo simbólico donde se desarrolla el pensamiento. Las personas y los objetos existen más allá de la presencia, acuñando huellas en el mundo de representación.
La capacidad de pensar-nos, no surge en la escuela ni se circunscribe a los aprendizajes escolares, sino que tiene su origen en la calidad de las relaciones primarias. A través del juego el niño irá conociendo, creando y recreando la realidad, generando modos particulares de ser y relacionarse con los otros.
Basándonos en la pedagogía constructivista, la metodología propuesta consiste en la implementación de talleres lúdicos que posibiliten ricas situaciones de aprendizaje. En ellos no se transmiten conocimientos acabados, es el niño quien los construye a través de la investigación, de la formulación de hipótesis y exploración activa del mundo que lo rodea.
El taller puede ser definido como un espacio-tiempo donde el niño solo o en grupo se encuentra con situaciones problematizadoras que resuelve a través de la acción, la creación y el juego.
Los ejes fundamentales son: la libre elección, la diversidad de posibilidades y el respeto por el interés de los niños.
Las normas de convivencias son formuladas por el propio grupo, evitando que el poder se centre en el coordinador.
Nos es primordial privilegiar un tiempo con los otros-semejantes, donde los niños puedan sentirse escuchados, contenidos y aceptados, para ello se implementan espacios de ronda inicial y final.
"Promover la alfabetización inicial reconociendo la importancia del lenguaje para el acceso a los conocimientos, para recrear las prácticas culturales al mismo tiempo que posibilitar el ingreso a otros mundos posibles." (Núcleos de Aprendizaje Prioritarios del Nivel Inicial -NAP-, pág. 14). En este sentido, “…el reconocimiento de las posibilidades expresivas de la voz, del cuerpo, del juego dramático y de las producciones plástico-visuales... la producción plástica, musical, corporal, teatral por parte de los niños… (y) la exploración, observación, interpretación de producciones artísticas”, (NAP, pág. 18) son medios para lograr estos propósitos.
Esta propuesta educativa, nutrida en los principios de la escuela nueva busca el “APRENDER A PENSAR” intentando contribuir a formar… “Hombres y Mujeres capaces de hacer cosas nuevas”
La metodología general aporta un marco de referencia para guiar el proceso de desarrollo del pensamiento del niño y su aprender como también en la tarea de enseñanza de los maestros. Este marco de referencia, al ser transferido a situaciones concretas de aprendizaje, debe ser traducido en metodologías pertinentes a las posibilidades cognoscitivas de los niños y a las características del objeto de conocimiento de que se trate. Es en la planificación donde los conocimientos se presentan en términos de contenido de aprendizaje.
Al planificar, el maestro se formula las siguientes preguntas:
¿Cuál es el saber y el saber hacer que tengo que enseñar?
¿Con qué otros saberes anteriormente enseñados y aprendidos lo relaciono? Son qué experiencias, vivencias e intereses del niño?
¿Cómo lo transformo en contenidos de aprendizaje problemático y transmisible? - Ubicado el saber, ubicada su posibilidad de ser enseñado…cómo se lo va a apropiar el niño… que operaciones mentales va a poner en juego.
¿Cómo va a utilizar este nuevo saber, cómo hacer para concretar la transferencia de conocimientos y abrir la posibilidad a relacionar con nuevos saberes desde un marco lúdico, interesante, que despierte curiosidad y alegría?